Estrenamos sección: Porque odio… Porque me gusta… Y que mejor manera de hacerlo que explicando porque odio el heavy.
Sois muchos los que me habéis preguntado, como es posible que odio el heavy y que en cambio me guste tanto el metal extremo. Bueno, son dos cosas diferentes y aunque uno derive del otro (o eso dicen), no tienen nada que ver. Pero vayamos a la parte importante.
Antes incluso de haberlo escuchado sentía que lo iba a odiar y tras haber escuchado algún que otro tema, mis sospechas se confirmaron.
Detalladamente, lo que no me gusta de heavy es:
- Esas voces chillonas a lo castrati que son capaces de romper tus tímpanos. Algunos me dejan asombrado, pero no me va.
- Esos ritmos sin chicha. Para mi no tienen consistencia, no tiene fuerza ni brutalidad. Así que paso palabra.
- Esas lineas de guitarras… con demasiado solos. Mal que me pese, soy de la época del nu metal y todos sabemos que los solo están prohibidos.
Se que he perdido algún que otro lector, pero bueno, por lo menos he aclarado porque odio el heavy.