Como bien sabéis, el pasado jueves Fernan, Ruben, algunos INNER TURBULENCE y servidor estuvimos en el concierto que IN FLAMES, GOJIRA y SONIC SYNDICATE ofrecieron en el Rock Star de Barakaldo. Si bien acudía con un poco de miedo, no tanto por la música sino más bien por mi estado físico, al final resultó ser una noche bastante llevadera.
Llegamos cuando el concierto de los «prometedores» SONIC SYNDICATE, ya estaban sobre la tabla, por cierto con muy poco espacio para moverse debido a que aparte de su set de batería, también estaban montados los de GOJIRA y IN FLAMES, así que tenían que moverse pidiendo la vez. Musicalmente hablando, poco puedo decir, ya que era la primera vez que escuchaba algo de ellos. Eso sí, cumplen a la perfección el cliché de metalcore de tendencia death metal melódico, con la particularidad de contar con dos vocalistas: uno más melódico (sobraba mucho) con partes más agresivas y otro más para las partes más agresivas.
Hacia los 21:30 venía el plato fuerte de la noche, por lo menos en cuanto a mis gustos musicales, con el salto de GOJIRA a escena. El cuarteto de Baiona, venía a presentar su último disco The Way Of All Flesh, el en que el grupo ha evolucionado hacia un sonido más actual (maldito metalcore de los cojones), eso si, manteniendo la agresividad, la técnica (el batería de IT que diga lo que quiera, pero son muy técnicos) y la progresividad (abundante) marca de la casa. Gozaron del mejor sonido de la noche. Mario aporreaba la batería como un bestia (se cargo la caja), Jean Michel, muy salvaje, con sus bailoteos mientras aporrea el bajo, el discreto Christian con sus riffs de guitarra y el omnipresente Joe con su voz y sus lineas de guitarra, dieron todo lo que tenían dentro, a pesar de que la actuación fue un poco flojo y corto.
Cerraba la noche IN FLAMES con su característico sonido, perdiendo agresividad en pos de la comercialidad. La verdad, es que quitando el middle con tres canciones de The Jester Race (es el único disco que tengo de ellos), anduve más perdido que un hijo de puta el día del padre. Aún así, gracias a que los ritmos del death sueco son bastante iguales siempre y «gracias» también a la sobre saturada escena del metalcore que repite hasta la saciedad los mismo patrones que estos suecos pusieron de moda en su día; fue bastante sencillo mover la cabeza al ritmo de la música. Eso si, les costo sonar de forma decente, ya que al principio no se escuchaba nada más que el bombo de la batería.
Una noche que podría haber sido perfecta de no ser por varias cosas:
- El poco sitio que había sobre el escenario, sobre todo para SONIC.
- El mal sonido con el que IN FLAMES tuvo que lidiar durante buena parte del concierto.
- El guarro que se hecho un pedazo de pedo en medio de la actuación de IN FLAMES. Querido amigo, bastante cargado suele estar el ambiente en conciertos como esos, como para que encima vayas tu y sueltes lastre.